El agaricus brunnescen o champiñón portobello es una variedad de champiñón cultivado y está considerado que tiene mayores cualidades que su primo el agaricus bisporus (champiñón común). Te presentamos el portobello: un superalimento.
Posee un sabor más pronunciado que el clásico blanco destacando además en todos los ejemplares un tamaño medio muy atractivo, su color café lo hace diferente y su textura es más carnosa y firme.
Su cultivo es similar al del champiñón común salvo en que precisan temperaturas más bajas y su producción a día de hoy es menor.
Este hongo “carnoso” está ganando popularidad a nivel mundial como un superalimento no solo por su densidad nutritiva sino por su delicioso sabor.
Neofungi los cultiva durante todo el año creando las condiciones ideales en cada momento con el fin de conseguir la mayor calidad de cara a sus exigentes clientes. Ofreciéndolos en diferentes presentaciones: enteros, laminados, cuarteados o combinados con otros hongos como por ejemplo en su Champibello.
El portobello en la cocina.
Los champiñones portobello captan la atención de los grandes chefs, tanto por su sabor como por lo atractivos que resultan en la presentación de los platos, convirtiéndose en un producto de bajo coste con resultados gourmets.
El portobello es muy similar al champiñón común pero en la cocina ofrece una textura más firme y tersa, un sabor más dulce, fresco, delicado y de un aroma intenso.
En la cocina presenta la versatilidad de los hongos. Se presta a cualquier cocción si bien suele ser muy utilizada en salteados, a la plancha, guarniciones o risottos. Pero es interesante darle su propia importancia conociendo qué pueden ofrecernos en solitario. Por ejemplo, como variedad de una hamburguesa libre de gluten y de carne. En la que se puede se acompañar del resto de ingredientes de la hamburguesa como protagonista de la función.
En nuestro blog, puedes encontrar algunas recetas para sacar el máximo partido al portobello que sin duda te serán tremendamente útiles.
Portobello: un superalimento
El Portobello está considerado un superalimento. Es bajo en grasas saturadas y colesterol y alto en fibra. Pero esto es solo el principio.
Consumir portobello ayuda a reducir la presión sanguínea debido a que son bajos en sodio. Son una gran fuente de potasio para nuestro organismo.
Los estudios demuestran que las dietas altas en fibras ayudan a reducir los niveles de glucosa en sangre, lo que ayuda a aquellos que sufren diabetes de tipo 1.
El portobello está lleno de minerales. Suministra fósforo y potasio, lo que hace de este hongo un alimento perfecto. El potasio contrarresta las consecuencias del sodio en la presión arterial y ayuda con la función muscular y nerviosa. El fósforo es esencial para formar glóbulos rojos, ADN y fortalecer los huesos.
Por otro lado contiene cobre, que es muy importante para mantener sanos los vasos sanguíneos, los nervios y los mecanismos de defensa.
De especial relevancia entre los minerales que contiene es el selenio, que es un poderoso antioxidante. El selenio ayuda a desintoxicar algunos compuestos causantes de cáncer, reduce las tasas de crecimiento tumoral y previene la inflamación. Además mejora la respuesta a las enfermedades al estimular la producción de células que favorecen el fortalecimiento del sistema inmunitario
También contiene vitamina B que ayuda a mantener el hígado y es crucial para un metabolismo saludable y un sistema nervioso, ojos, piel y cabello en perfecto estado.
El truco: no les quites la piel, pues de esta forma sí que pierden textura, además de que absorberán más agua, aceite o los jugos del cocinado.
El dato: Un solo hongo portobello contiene más potasio que un plátano.
Curiosidad: Tiene un contenido en hierro mayor al de la carne por lo que es ideal en dietas veganas.
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